José Luis Torres
nunca imaginó que su notoriedad no vendría por los numerosos libros que
escribió. Tampoco por su labor en los periódicos de la década del ’30 en los
que escribió. Su fama sería otra: la de erigirse en EL FISCAL DE LA RESTAURACIÓN OLIGÁRQUICA. Su posición firmemente
antimperialista llevó a este tucumano a bautizar el período de la historia
argentina que va de 1930 a 1943 como “DÉCADA INFAME”. Un bautizo que fue en
realidad una denuncia contra la corrupción de los gobiernos de aquella época cuyo
caso más sonado fue el escandaloso pacto
ROCA-RUNCIMAN que culminó con el equívoco asesinato en el Senado de la Nación”
del legislador Enzo Bordabehere.
La ilegitimidad de los gobernantes de la Década Infame y su
necesidad de acudir a la represión y al
fraude electoral para mantenerse en el poder, fue una fuerte y negativa experiencia
para las clases trabajadores que el peronismo se encargaría de recordar para
construir el mito de origen de su propio movimiento.
Para contrarrestar la indignación que sintieron muchos
actores sociales (además de Torres) en esta misma época ¡qué mejor que
revisarla a través de la mirada pícara
de Jorge Porcel y Alberto Olmedo!
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